Como véis en el termómetro de mi reloj el asunto no ha sido fácil. Sesenta kilómetros en tres horas y cuarto, más media hora (andando entre zarzas y moscas) buscando por el cauce del Río Corumbel o flumen columbarum, el Río de las Palomas, tributario de mi querido Río Tinto. Para llegar a este molino sólo os digo que está en término de Paterna del Campo, Huelva.
El Molino del Indiano está muy escondido, como el secreto de su dueño. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, los emigrantes (sobre todo Cántabros y Catalanes) que volvían de las Américas eran apodados, entre otras cosas, Indianos. Algunos se asentaron en Andalucía (alrededor de Sevilla) y contribuyeron a su desarrollo industrial ¿Quién sería este que se fue a las Indias a buscar fortuna y tras encontrarla vino a Paterna del Campo? ¿Qué le impulsó a construir un molino harinero en el cauce de este Río de las Palomas? ¿Sería de Paterna, sería Asturiano...?
El entorno es maravilloso, ¿quizás buscaba tranquilidad y sosiego? No lo sé, pero lo que sí es seguro es que en agosto o se iba a Malatascañas ... o se moría de calor.
Os hablé de este molino en una entrada sobre el Molino de Santa Bárbara, sito en La Palma del Condado. El próximo verano, en mi "más sólo que la una III" os daré a conocer la última sorpresa que guarda el Río Corumbel. Con ello acabaré con esté afluente del Río Tinto.
Para saber más sobre los Indianos: http://cvc.cervantes.es/literatura/cauce/pdf/cauce14-15/cauce14-15_10.pdf