jueves, 12 de julio de 2018

El 5º Túnel (el Chico)


De todos es conocido que el ferrocarril minero de Riotinto, en sus idas y venidas del puerto a la mina,  cruzaba bajo cinco túneles: Salomón (A, B, C), Peral (A, B, C), Mansegoso (A, B, C), Manzano (A, B, C) y Chico. A fecha de hoy, todos hemos visto imágenes de los cuatro primeros, pero...¿y del Túnel Chico?, el también llamado 5º Túnel. ¿Cómo era, dónde estaba, qué pasó con el? A algunas de estas preguntas pretende dar respuesta este post.
David Ávery, Paco Alcázar (1), Manuel Ángel González (2), Nicolás Chaparro hacen mención en sus publicaciones de la existencia, en los inicios del ferrocarril de un túnel llamado “el Chico”, de unos 40 metros de longitud, situado en el kilómetro 64 de la vía general (entre el caserío del Manzano y la estación de Berrocal). Este túnel desapareció “años después” (el ferrocarril se construyó entre 1873 y 1875), para suavizar la fuerte pendiente de la vía.
Según Nicolás Chaparro, “el túnel Chico, kilómetro 64,615 fue destruido para hacer un rebaje en la vía, dado que existía una fuerte pendiente en esa zona que las locomotoras no podían superar con el tren completo. Usaban  pues, doble tracción desde el caserío del Manzano hasta Riotinto. Una vez que se disminuyó la pendiente (y desapareció el túnel), los trenes podían subir, sin problema alguno con su locomotora titular. Se construyó entonces las estación de Los Frailes, donde las locomotoras dejaban un poco de su tren y podían continuar hasta Riotinto”.


Las primeras señales de desnivel aparecen antes de la primera trinchera que nos encontramos una vez pasado el Caserío del Manzano dirección a la Estación de Berrocal.


Conforme nos vamos acercando a la trinchera, y cada vez más cerca del lugar en el que se encontraba el 5º túnel, el antiguo trazado del ferrocarril se hace más visible y más alto.
 

Una vez "dentro del túnel" constatamos que el rebaje realizado supuso  aproximadamente dos metros.

 



En esta vista "bajando" hacia Huelva, se aprecia perfectamente el desmonte realizado para la desaparición del desnivel y del 5º túnel.















miércoles, 25 de abril de 2018

José A. Jiménez Macías "Pepe de la Rábida"


             “Y subimos a la muralla de Niebla. Soberbio el panorama. Abajo, el Tinto, abrazando a la urbe, undoso, callado, de color vivísimo de sangre, como una arteria gigantesca rota…
          Paralela al río, bordeando su rojo cauce hasta saltarlo valientemente al sur de la ciudad, la línea férrea de Riotinto, con sus eucaliptus y sus acacias. Línea de trajín infatigable por donde pasan sin cesar trenes y trenes con el precioso mineral arrancado del corazón de oro de aquella sierra inabordable y brava…
          El silbido estridente de una locomotora sacóme de mi largo ensimismamiento, y volvieron mis ojos a la vida real.
          Y miraba yo a la rauda locomotora arrastrar tras de sí aquellos pesados vagones. Aquella locomotora que, en sus agudos silbidos y en sus crepitaciones de vida, entonaba al progreso un himno majestuoso mientras bordeaba el río de color de sangre”…


Semanario La Palma en agosto de 1910. 


José A. Jiménez Macías nació en La Palma en octubre de 1879. Siendo ya empleado municipal, a comienzos del siglo XX se hizo corresponsal local y comarcal en el recién-fundado periódico El Liberal de Sevilla y participó en numerosos eventos culturales de su pueblo, siendo co-fundador del semanario La Palma (1908-1910).
En 1913 se afincó en Huelva para dedicarse por entero al periodismo bajo el pseudónimo de Pepe de la Rábida, colaborando muy estrechamente en numerosas cabeceras como La Provincia o el propio El Liberal e incluso fundando algunos periódicos y revistas.


En 1931 la Diputación lo nombró cronista oficial de la provincia de Huelva. Recibió en vida varios homenajes tanto en La Palma como en Huelva, no recibiendo más por expreso deseo suyo, dada su innata modestia. 
Murió en la capital en enero de 1944 y desde entonces (menos muy contadas excepciones) un injusto olvido recayó sobre él, y que en buena parte todavía persiste. Persona de talante filantrópico y progresista y proclive a la ideología republicana, fue muy querido y popular en toda la provincia onubense, siendo considerado el decano de los periodistas onubenses. También escribió varias obritas literarias.
Ya en 1925 el Ayuntamiento de su pueblo le dedicó una calle, rotulación luego quitada por motivos políticos.


Mucho más recientemente, una placita de la palmerina Barriada Summers lleva su nombre, que perdura hasta la actualidad.


Manuel Ramírez Cepeda, de su conferencia: Los Ferrocarriles onubenses en la literatura
Primeras jornadas sobre patrimonio histórico minero ferroviario. Pasado, presente y futuro.
Asociación de Amigos del Ferrocarril Onubense
Universidad de Huelva, 24 y 25 de abril de 2018